Ya lo afirmaba la canción, “tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor”. Si en este verso musical la salud está la primera no es casualidad o bien cuestión de rima, o bien tal vez asimismo, está en primera situación por el hecho de que sin ella no hay solamente. Cuidarla y sostenerla es labor nuestra y de suma importancia. Conforme los datos de la última Encuesta Nacional de Salud de España (ENSE) que realiza el INE (Instituto Nacional de Estadística) así como el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales y también Igualdad publicada en dos mil trece y cuyos datos se refieren a dos mil once y dos mil doce, el setenta y cinco,3 por ciento de la población percibe su salud como buena o bien buenísima.
No obstante, esta encuesta revela que hay un incremento de personas que padecen nosologías como hipertensión, colesterol o bien diabetes entre otras muchas. En consecuencia, realizar hábitos que hagan cuidar, sostener y ahorrar en salud va a ser una alternativa atinada de cara al futuro. Por si fuera poco esta clase de hábitos puede asimismo acarrear un ahorro económico que puede resultar interesante.
En todo caso y con la meta de tener una mayor calma, contar con un seguro de salud no está de sobra. Es una forma de estar protegidos y poder tener acceso veloz a un cuadro médico y a un diagnóstico, sin esperas, cuando menos que incluya las primordiales coberturas como por servirnos de un ejemplo consultas, gastos no hospitalarios, segundas opiniones…
¿Qué hacer o bien no hacer para ahorrar en salud?
No siendo sedentario. Conforme la OMS (OMS) por lo menos un sesenta por ciento de la población mundial no realiza el ejercicio físico precisa para conseguir beneficios para la salud. El ejercicio físico contribuye a la mejora del organismo y asimismo de la psique. Es una forma de sostener el cuerpo en forma. Parar de ser sedentario y efectuar cuando menos ciento cincuenta minutos por semana de actividad física tal como aconseja la OMS, es lo idóneo para aquellos adultos de entre dieciocho y sesenta y cuatro años. Ello contribuye a reducir la probabilidad de padecer cardiopatías, hipertensión, diabetes e inclusive depresión –es un antidepresivo natural – entre otras muchas cosas. Además de esto fortalece el sistema respiratorio y muscular al unísono que se estimula la agilidad mental – activa las conexiones neuronales- y promueve las relaciones sociales.
Dejar a un lado el tabaco y el alcohol. Se trata de hábitos de consumo bien poco o bien nada saludables que no favorecen al organismo. Repercuten muy de manera negativa en los órganos y son un factor de peligro en el caso de enfermedades. Por si fuera poco su costo monetario es poco a poco más alto con lo que dejar estos hábitos de lado va a significar un ahorro para el bolsillo esencial.
Nutrición. En más de una ocasión se escucha que hay que sostener una alimentación sana y equilibrada. Y es cierto, no se trata solo de lograr mediante la nutrición el peso ideal, sino el componente nutricional es fundamental de cara a prevenir enfermedades. Consumir las cantidades convenientes, que haya pluralidad en la dieta, continuar un horario regular, presencia de hortalizas y verduras tal como tomar dos litros más o menos de agua son hábitos que se comprenden por saludables.
Descansa y piensa en tu espalda. Si eres de los que pasa muchas horas en la oficina frente al computador, adoptar una buena postura en la silla y amoldar correctamente la altura de la pantalla son formas de prevenir lesiones en la espalda. Además de esto el reposo nocturno es fundamental, ocho horas son las que los especialistas aconsejan dormir para un reposo inmejorable del cuerpo y la psique.
Tiempo para ti. La desconexión y evadirte de la rutina del día tras día debe ser parte asimismo de los hábitos cotidianos. Hay que dedicar el tiempo libre a aquello que a cada uno de ellos más le guste. Dedicarse tiempo a uno mismo es el mejor modo de conseguir esos instantes de relax que en la jornada de trabajo no se tienen.
Los buenos hábitos van a tener su influencia a corto y largo plazo. En este último caso, ayuda a prevenir enfermedades futuras, tal como el pago a médicos especialistas, fármacos o bien los servicios de un fisioterapeuta por poner un ejemplo.